Elba Bairon

Texto: Mercedes Casanegra
octubre 2015

ELBA BAIRON: SILENCIO Y BELLEZA

Elba Bairon suele presentar escenas más que obras individuales, un grupo de figuras, fauna, objetos vegetales, alguna arquitectura. No se trata especialmente de narraciones, sino más bien de presentación, de un aspecto de situaciones alegóricas o simbólicas.

El blanco y la sensibilidad de las superficies señalan una constante tanto como el silencio espacial en torno. Ese color incoloro –en realidad la reunión de todos los colores- concede un ambiente auroral. El sol del amanecer puede convertir las piezas en doradas y la luna puede bañarlas de blanco plateado en contraste con el cielo oscuro de la noche.

Hoy el espacio cerrado de exposición, mañana el vidrio, otro vez la intemperie. Pero, siempre apelaran (interiormente) al albor.

Su poética ha conferido una expresión serena pero comunicante. Se intuye siempre un enigma cuya develación no es necesaria por completo, sin embargo, propone su cercanía.

Son la piel y el corazón del espectador los que reciben su huella.

No hay nada en las figuras y objetos de Bairon que pueda definirse como tomados de la diaria realidad.

Hoy es paisaje, un muro poblado de flores diversas, siempre blancas, a modo de los contemporáneos jardines verti- cales, una alfombra cuyo plano reproduce flores, allí también dos cerditos se alimentan. Dos reinos de la naturaleza. “El animal tiene secretos que, a diferencia de los secretos que guar- dan las cuevas, las montañas y los mares, están específicamente dirigidos al hombre”.

Continuamos preguntándonos por el silencio y por lo prístino, hasta por su espacialidad y el alba o la noche junto a ellos. También por su origen y su razón. ¿Lo sabe la artista? Ella nació en un sitio más cercano a la bóveda celeste. Aquellas alturas montañosas, aquellas cimas majestuosas son soberanas del silencio y lo vigilan como divino tesoro. Nos preguntamos si proviene de allí el reservado silencio. Un mito, un universo privado. Y, el arcano confirma su presencia. Podremos algún día entreverlo.

Todo el conjunto está precedido por una rosa blanca. Flor de belleza inexplicable. ¿Por qué es bella? No hay respuesta.

Mercedes Casanegra

Ir a catálogo
Sin título

Sin título

Sin título

Sin título

Sin título

Sin título